jueves, 30 de diciembre de 2010

2010: matrícula de honor.

Oh! Llega ese momento en el que algunos echamos una pequeña mirada en el baúl de los recuerdos del último años e intentamos sacar en claro si ha sido positivo o si por el contrario podemos apartar estos doce meses y reservarlos para el contenedor más cercano del olvido.
En 2009 opté por un resumen mes a mes en el que tocaba lo más importante de cada uno, pero este año optaré por las formas sencillas. Marcharé por épocas.

Soria. Si 2009 fue uno de los mejores años de mi vida en esta pequeña capital, no puedo decir lo mismo de 2010. Movidas que no tenían que ver conmigo terminaron por hacer de este periodo algo que, aunque tuvo sus momentos buenos y sus carcajadas, no puedo recordarlo de la misma manera con que añoro aquel primer año en la Machado. La primera mitad de año puede ser de 6.5, siendo generosos.



Cádiz. Pocos pero grandes días junto a Edu en la Línea de la Concepción. Nunca había visitado esta parte tan encantadora de España. Gibraltar, Tarifa, Marbella... pequeñas maravillas que alberga nuestra península.

Verano. Tranquilamente, sin mucho que hacer, varios trabajos que ayudaron mi precaria economía. Dos puntos a destacar:
-Sonorama: 10. Y me quedo corta. Desde luego fueron los mejores días del verano. Logré ver a algunos de mis grupos preferidos, disfruté como una enana de mi primera experiencia en un festival de música. Impresionante.
- San Roques: muy muy grandes los primeros días. Risas, bailes, feria, peñas, caldereta, garito... fue aflojando al ritmo en que mis fuerzas se apagaban y la resaca diaria se hacía más pesada.
Podemos decir que mi verano fue de 8 y medio.

MÚNICH. La guinda del pastel. Creo que he expresado de todas las formas posibles lo que amo esta ciudad. Me ha robado el corazón. Todo el miedo del primer día se disipó en cuando aterricé en Marienplatz, caté la deliciosa cerveza del Wiesn (Oktoberfest), descubrí que los alemanes no son tan serios ni tan formales como se les pinta. Cuando empecé a descubrir el auténtico Múnich, sus calles, su gente, sus tradiciones, sus rincones... Desde luego mis primeros tres meses en Alemania merecen un 10. A pesar de ello, echo de menos a mucha gente y de la que no me voy a olvidar por mucho tiempo que viva en mi ciudad favorita.

Un gran año. Aunque espero que el que nos alcanza lo supere con creces :)


Feliz 2011!!

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Primera hora de un día cualquiera (Crónica de un erasmus IV)

Es gracioso ver cómo cambia el tiempo sin que cambie nuestro ser. Permanezco impasible ante el frío helado que azota (o acaricia) mi cara cada mañana. Una nueva ráfaga acompaña mis pasos y baila al compás de mis piernas. Toda esta maravillosa melodía termina cuando el primer semáforo me impide el paso y, a causa de códigos, leyes y demás reglamentos, espero mientras cientos de objetos transcurren a toda velocidad delante de mis ojos, impulsando con mayor intensidad el viento hacia mi cara. Antes de llegar a la cúpula donde se encuentra mi parada me encuentro con tres semáforos. Odio especialmente dos de ellos. Durante el tiempo que está en verde apenas da tiempo a cruzar los pocos metros que te separan de la zona peatonal, aunque estés esperando. Además, los alemanes (la mayoría) son especialmente raritos en ese tema, y, si el semáforo está en rojo, esperan plantados como estatuas aunque no se vea un sólo coche a la legua. Así son.

Cuando llego a mi estación, compruebo que mi tren no ha llegado aún, me tranquilizo y me dejo llevar por las escaleras mecánicas. No suele haber término medio, o pasa justo cuando acabo de poner un pié en el escalón más alto (punto en el que me toca correr de verdad si no quiero que se cierren las puertas en mis narices) o me toca aguardar casi diez minutos (la diferencia de tiempo entre dos trenes de la misma línea, en la misma estación). Subo, escucho sin interés el mítico y repetitivo "Vorsicht, bitte zurück bleiben" de los conductores, con su voz ronca y monótona, y me siento. Porque en este tren siempre hay sitio libre para sentarse (casi, casi siempre). Observo a la gente que entra, se sienta, prefiere estar de pie, se apea, lee el periódico, escucha música en su mp3 sin darse cuenta de que todo el vagón le escucha, se toma un café "to go", duerme mientras se dirige al trabajo, repasa los apuntes de la universidad, mira a la nada (como si ésta fuera a solucionar sus problemas), se encuentra cabizbajo para no mirar a nadie a los ojos, se ocupa de pintarse los labios, rebusca en su bolso, juega al block breaker en su móvil, se lía un cigarrillo. Entretanto llego a mi estación de transbordo, cojo el siguiente. Este tren es todo lo contrario al anterior. Siempre está completamente saturado. No me gusta este tren, es agobiante, no puedo sentarme y hay un ir y venir de gente que hace todo lo posible por entrar en el tren por todas. Por suerte, sólo hay tres paradas hasta Universität.

En ese instante llega el momento "dulce". Porque desde que salgo del tren empiezo a percibir un delicioso olor a bollería recién hecha. Continúa por las escaleras y no cesa hasta salir de la boca del metro, donde de nuevo me topo de lleno con el viento. O mejor dicho, él se topa conmigo.

Los últimos cinco minutos que me llevan hasta la puerta de mi escuela son breves y fugaces. Cruzo una calle, ir y venir de gente, ando por la acera, ir y venir de gente, giro a la izquierda, y de nuevo ir y venir de gente. Y el tren llega a su destino.

martes, 5 de octubre de 2010

Ein Monate, München.

Puntos a recalcar y que no debemos olvidar sobre este primer mes en Múnich:
- Oktoberfest (AKA Wiesn, que también nos quedamos con algo de bávaro), con esa cantidad de gente tan simpática uniformada con sus Dirnld y Lederhosen. No es sólo un gran recinto lleno de puestecitos, carpas y atracciones, sino algo más. Puede que sea el ambiente, la música en directo o quizá esas cervezas especiales, con esos grados de más que te hacen perder el control del reloj, mientras pasan las horas y no eres consciente del tiempo porque no puedes parar de hablar, reir, brindar, probar Weisswurst con mostaza dulce, esquivar italianos pesados que intentar ligar con todas, cantar encima de la mesa, y por supuesto, beber. Ein Prosit, ein Prosit, Gemüglichkeit!!
- Llegar a una cervecería al aire libre y brindar con un cantante simpático que nos confunde con italianos (como casi siempre). Que te diga "Ciao bella" y toda la calle se nos quede mirando.
- Meternos en un pub y no saber si el alemán seguramente ejecutivo que lo da todo intenta ligar contigo o con tu amigo. Y que además beba San Miguel.
- Descubrir un bar en el que puedes tomar jarras de medio litro de cerveza por tres euros y que de repente suene estopa. Dos canciones. Y que el camarero lleve gafas de sol y gorro hippie.
- Salir de un bar a una hora X y no saber qué dirección tomar para coger un metro lo más cerca posible. Dar veinte vueltas mientras llueve para encontrar una estación y darte cuenta de que todo el tiempo caminábamos hacia el lado contrario.
- Cantantes frustrados que se meten a conductores de metro. Bitte zurück bleiben.
- U-Bahn, el mejor lugar para echarte una siesta a las seis de la mañana mientras tu amigo te abandona "vilmente". Despertarte media hora después sin tu bolso y no ser consciente de la estación en la que te encuentras.
- Llegada masiva de chinos al Deutschkurs cuando casualmente comentábamos en el metro los porqués en potencia de sus caras planas.
- Porteros de discoteca sacados de lo más exquisito de las S.S.
- Cerveza para desayunar, para ir a clase, para salir de clase, para las cenas, para viajar en el metro.
- Tener cuatro clases un martes, faltar a dos de ellas, encontrarse de repente en una que en realidad no tenemos y llegar tarde a otra.
- Brezn (L)
- Ensaladas que cuestan más de lo que llevamos en la tarjeta y dejar a la cajera media hora esperando mientras conseguimos cambio para la recarga.
- Alemanes en el U-bahn que te llaman "chica latina" a pesar de ser más blanca que la nieve.
- "Seniorita" me gusta más.
- Policía que pide el bono del metro mientras pululamos por delante con el nuestro caducado.
- Salir de tranquis y llegar a las tantas. Quedarse con un viejete alemán tomando cervezas.
- Intentar enseñar a un griego cómo se hace una tortilla de patata y que se te caiga la mitad mientras das la vuelta. Y que encima luego le encante.
- Profesores que llaman "Hohe" a Jorge.
- Conductores de metro que hacen versiones de Rammstein con el nombre de las líneas y estaciones.
- Compañeras de piso que te proponen que te unas a su iglesia, pero como te invita a pollo al curry, te callas la boca mientras sonríes a su grupillo de amigos que canta y toca canciones religiosas en la cocina.
- Ir a una fiesta erasmus "de tranquis" en el centro de Múnich y acabar el Kultfabrik bailando en la barra de un pub que antiguamente era una fábrica.
- Perder el metro por 10 segundos y llegar tarde a clase, al Deutschkurs, o a donde sea.
- Que un revisor nos pida el bono justo un día después de sacarlo, y orgullosamente se lo enseñes pensando en la maldita puta suerte que tienes.
- Alemanes borrachos que te dicen "yo español hablo un poquito".

Añado:
- Piso genial (McLaren). Se trata del piso de unos erasmus españoles situado en el centro de Múnich (Sendlinger Tor) y consta de una habitación sin puerta, un bar en medio del salón (taburetes incluidos en el pack), dolby suround en toda la casa, una bañera más parecida a una piscina, y mucha fiesta.
- Jugar al tetris con Jorge en las escaleras mecánicas del U-bahn.
- Marcas alemanas. Véase "Serrano Schinken Sancho" o "Orto mio".
- En la MENSA de la uni hay gente que te hace jugar a las películas pero con muebles, si tu compañero acierta te regalan una bolsa de IKEA. Himmelbett!
- Canis que se meten a revisores de metro y te piden el bono de repente.
- "Tienes que prensarlo bien antes de chuparlo", (Jenn, 2010).
- Nachts, die ich mich nicht erinnern kann XD

Continuará...

miércoles, 29 de septiembre de 2010

M.

Distinto. Tantas cosas hace casi tres semanas, ajenas, ahora parte de mi vida. Mi nueva vida en la capital de Baviera. La libertad de respirar sin miradas que observen cada movimiento, sin labios que claven mil agujas en tu alma con recelo, quien sabe, con la sencilla razón de entretener sus vidas vacías. La sensación de tener el mundo ante tus ojos, el ansia de conocer, de vivir y de soñar con un nuevo paraíso, completo de aventuras por ocurrir.
Una vía que retiene mil estrellas y las convierte en realidad. Mil miradas desconocidas cada día. Aire fresco, caras nuevas. Locura misteriosa y clandestina. Vicisitudes de una nueva rutina. Aire que envuelve las sombras y luz que aparca en mi ventana al alba. Riqueza convertida en belleza a cada paso.


Adoro esta ciudad.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Crónica de un erasmus: Múnich (II)

Tras mis primeros pasos sobre el territorio alemán me dispongo a ordenar un tanto mi caótica vida en München. Primeras clases, primeros contactos con la gente, primeras horas del curso un tanto fácil para dos personas que ya llevan algo de tiempo con este complicado idioma. Pero todo va bien, sin tropiezos.
El jueves llega mi otra mitad y nos disponemos a disfrutar de los días que tenemos para nosotros en la gran ciudad. Días tranquilos y mágicos.
El jueves le mostré a Edu el centro de la ciudad que unos días atrás me enamoró. El efecto de las calles que se reflejan en el alma crea un vínculo especial entre este lugar y yo. La tranquilidad que se respira en el centro abarrotado es inimaginable en otras grandes urbes. La belleza de la arquitectura, el cuidado de las calles, la variedad interminable de establecimientos de todas las clases que podamos vislumbrar... es algo maravilloso pasear por estas avenidas dulces y llenas de vida.
El viernes decidí ir con la gente de clase al Englischer Garten. Es como encontrarse en un valle lleno de verde, lagos, jardines, naturaleza y linda fauna de cuento. La Torre China es la guinda de este pastel tan delicioso y puro. Es fácil perderse por sus caminos, si fuera sola seguramente me resultaría realmente difícil encontrar algún camino que me llevara a la salida. Es la magia de este parque, la posibilidad de perderse entre su hierba y sus lagos...
Por la noche escogemos un lugar al azar: Königplatz. Se trata de una plaza impresionante, con tres edificios griegos, difíciles de describir. Sólo se puede decir que nos impresionó tal paisaje, decidimos volver con la luz del sol, algo pendiente.
Cenamos de bávaro: Weisswurst, Kartoffeln y cerveza, para después acercarnos al famosísimo barrio de "Schwabing", una de las principales zonas de fiesta de la ciudad. Estuvimos con una chica de mi clase, que trabajaba en uno de los pubs del lugar, y cierto rato después a casa. No sin antes fichar la zona, promete.
Sábado 18. Un día para madrugar y empezar nuestras visitas temprano. Oktoberfest, pero sábado. Lo que significa que la inauguración puede ser bastante caótica y el nivel de personal elevado, así que decidimos dejarlo para otro día y en su lugar ir a BMW Welt. Así que nos dirigimos al mundo de los cochazos, la tecnología, el lujo. Y es que los modelos que se gastan no son para nada desdeñables. No me considero una fan total del motor, pero esta visita me ha dejado un buen sabor de boca.
Die nächste Halt ha sido la Torre Olímpica, desde donde hemos podido disfrutar de unas maravillosas vistas de toda la ciudad. Espectacular la zona donde se llevaron a cabo los juegos olímpicos del 72: las instalaciones, el lago, el ambiente... todo impresionante.
Y, en fin, ha llegado el momento de quedar con otra compañera de clase para ciertos asuntos, junto con un pequeño paso por Hofbrauhaus. Se trata de la cervecería más famosa de Múnich, puede que de Alemania. La más grande que he visto nunca, con jarras de litro, música bávara en directo y camareros capaces de llevar diez jarras de cerveza en mano. Typical Bayern :)
Y así terminan estos primeros diez días en Múnich. Muchas ganas, muchas cosas por hacer y una gran ilusión por disfrutar de este trocito de cielo que cada vez me apasiona más. Otros cuatro días para disfrutar a tu lado.

Bitte zurück bleiben :)

viernes, 10 de septiembre de 2010

Crónica de un erasmus: Múnich (I)


Hacia las diez en punto de un jueves que no es cualquiera aterrizaba en Franz-Joseph-Strauss. Un par horas después me encontraba en lo que será durante nueve meses mi nuevo hogar. Verde, mucho verde. Casitas de película, gente rubia y muchos bmw. Así empieza mi nueva vida en Múnich.
Algo de confusión e intentos de comunicación mientras intentaba conseguir las llaves de mi residencia. Al final tuve que llamar a nuestra coordinadora, Maria Jesús, para que solucionara el problema (la peculiar señora Brendel estaba de día libre). Y después todo fue rápido: dejar las maletas en la residencia, comprar algo de comida (deliciosos macarrones que nos preparé), e ir a Ikea a comprar algunas cosillas para poder sobrevivir. La cosa es que la gigantesca tienda se encuentra como a mil kilómetros de nuestra tranquila zona. Así que nos tocó coger el U, el S y andar otros veinte señores minutos.
La vuelta fue lo mejor. Parece que los españoles tenemos una cara tan particular que se nos reconoce mundialmente. Así que a unos alemanes, cerveza en mano (aquí está permitido beber cerveza en metros y demases) vieron su oportunidad de practicar su escaso castellano. Chica latina. Y ahí queda.
Y tras cenar algo de pasta que nos sobró de la comida, y unos tomates cherry-pera (sí señor, y riquísimos que estaban) nos disponemos a conocer la noche muniquesa. Así, a la aventura. Y nos topamos con un bar al estilo inglés, con una barca enorme colgada del techo y un camarero chino muy simpático que nos sirvió en mesa.
La siguiente parada fue un bar más "hippie", con un peculiar camarero y jarras de medio litro de Bier por el módico precio de tres euros (un lujo en München, vamos). Flipando nos quedamos cuando, así sin más, comienza sonar Estopa. Y encima dos canciones. Así de irónico es el azar.
Llega el momento de ir a casa, que hoy teníamos que madrugar y la cosa no estaba para tirar horas de sueño (teniendo en cuenta que el día anterior me había tumbado poco más de dos horas). Así que, confundiendo columnas con panales (el metro da para mucho) volvimos a nuestros respectivos pisos (el mío más fantasma que otra cosa).

Hoy, con más relax, nos hemos dedicado a patearnos el centro tras una parada en Starbucks. Simplemente puedo decir una palabra: IMPRESIONANTE. Las cuidadas calles, die Frauenkirche, los preciosos edificios, el ambiente de las cervecerías al aire libre (donde he probado el famoso jamoncillo con Käse mientras brindábamos con el músico y hacíamos amistades con el ambiente), los puestos de fruta, la música en directo, Marienplatz, las variadísimas tiendas, la gente, el Starbucks... Son demasiados los motivos para enamorarse de esta ciudad. Y es mi segundo día.

martes, 31 de agosto de 2010

Nur für er.

Se disponía a dar sus últimos pasos en aquel lugar. Había sido su infancia, su adolescencia, incluso llegó a ser una pequeña parte de su vida adulta. Pero simplemente eso, una pequeña parte. Ahora tenía otro mundo ante sus ojos. Y estaba a punto de dar ese paso.
Pensó en guardar sus recuerdos bajo llave. En lo más profundo de su alma yacía un baúl repleto de historias. Luego decidió echarse atrás. Los mantendría en su pecho, aunque fuese sólo para darse cuenta de la irrealidad de aquellas tantas marionetas y fantoches.
Pero había algo mucho más importante que se dejaba en aquel lugar. Sus sentimientos. Los abandonaba agazapados con la mitad de su alma. Aquel alma que la había ayudado a ser feliz, a navegar por los ríos de la plenitud. Un alma que lo era todo; sin la que se convertía en nada. Su recuerdo era lo más importante que debía conservar durante su viaje. Una luz que no se apagaría así pasaran meses, siglos. Era la luz que guiaba a su corazón, la sangre que alimentaba su cuerpo.
Ya había entendido que cuando los recuerdos se mantienen vivos en tu corazón, el tiempo y la distancia no son más que una capa de polvo efímero que con un soplido se desvanece.

sábado, 21 de agosto de 2010

En descuidos crearemos universos.





Hace algunos siglos que he empezado a sospechar que he caído sin quererlo en tu gravedad.
Los días sin ti serían precipicios, no hay manera humana de escapar.

Ahora sólo soy una idiota niña imantada. Tengo dos polos, y en los dos apareces tú.
Un imán que nos eleva al infinito y nos devuelve luego a la realidad. Un imán que nos conduce allí donde solíamos gritar.

viernes, 20 de agosto de 2010

Son sólo instintos.

No fue sin querer. No fue un tropiezo. Tampoco una premeditación. Fue tan sólo el instinto. Un pequeño viaje al subconsciente en el que la incoherencia manda por encima de normas morales.

Tampoco importa si alguien lo entiende, no es necesario que busquen dentro de sus cabecitas de serrín, ni que planteen un croquis mental lleno de ideas absurdas que huelen a paja. Porque al fin y al cabo, ¿qué más da? El precipicio nos tocará los dedos de los pies tarde o temprano, y entonces no podremos mirar atrás para arrepentirnos de todos nuestros errores.
O incoherencias.



martes, 10 de agosto de 2010

Preciosa aliteración compartida.

Trataba de encontrar aquella armonía que sólo le otorgaba el silencio. Esa mezcla de sonidos sordos le producía una maravillosa sensación de plenitud, de calma. No buscaba nada más.
No le interesaban las palabras mustias y envenenadas que día y noche llegaban a sus oídos. Sólo aquella aliteración de melodías sin voz. El susurro de las hojas que caían durante el transcurso del otoño. Los gritos de las olas que chocaban contra el acantilado. Esas canciones que le dedicaban las gaviotas todas las mañanas.
Y por supuesto, quería compartirlo contigo.



miércoles, 4 de agosto de 2010

¿No lo vemos o simplemente no queremos verlo?


Me ciega tanta exaltación e hipocresía juntas. Me gustaría encontrar la verdad, si es que la hay, en alguno de esos corazones cínicos con alma de cartón. O de papel pintado. Mientras, me pintaré de inocencia y desapareceré del mundo por los resquicios que respiran puros. Descubrir que hay realidades diferentes que te hacen sentir viva es lo que logra calmar mis ganas de desaparecer. Porque aunque el río esté envenenado por la mentira y el odio, todavía descubro recovecos impolutos, sanos y radiantes de vida.

Wenn man in einer anderen Zeit aufwacht, an einem anderen Ort, könnte man auch als anderer Mensch aufwachen?


viernes, 18 de junio de 2010

Sin darnos cuenta.


Saco todas mis fuerzas, luego me derrumbo. ¿Qué más da? Si al final siempre vuelvo a levantarme. El suelo es de goma y apenas tengo rasguños. No pasa nada: tropiezo, me pongo de pie, vuelvo a caer, y de nuevo me levanto. Pero todo esto cansa, hasta el punto en que empiezas a pensar que nada, absolutamente nada tiene sentido. La vida es un constante tira y afloja. Cuando parece que ganas la partida, los dados te juegan una mala pasada y tienes que volver a la casilla de salida. Nunca llegas al final, la meta es simplemente un vacío extraño que ves pero no puedes tocar. Quizá nos concentramos demasiado en ese final imposible, mientras dejamos escapar cosas maravillosas que ocurren cada instante a nuestro alrededor. Nos fijamos sólo en la meta, cuando es el camino el que debe acaparar nuestra atención. Cada paso que damos es un segundo que disfrutar.

miércoles, 19 de mayo de 2010

XXIV


Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.





miércoles, 12 de mayo de 2010

Decadencia.

Es muy bonito prometer la luna, pero no hay que olvidar que no podemos alcanzarla. Y si además tenemos en cuenta la ignorancia del pueblo y la horrible tendencia a creer en los cuentos de hadas que nos entran por los oídos, podemos prever las consecuencias. Esto es exactamente de lo que nuestro gobierno "socialista" se está aprovechando. Españoles, el socialismo ha muerto del todo. La izquierda se cae por el abismo. El gobierno no es capaz de sujetarse la máscara que ha llevado todo este tiempo. Se cae, se desmorona. Para considerarse socialista hay que serlo, sentirlo de corazón, proclamar la soberanía del pueblo como principio absoluto. Nuestro señor presidente parece que ha olvidado sus principios y ha llegado al punto álgido de la hipocresía. Se ha olvidado de que fuimos nosotros quienes le llevamos directamente al poder y a nosotros es a quienes ha traicionado. También se ha olvidado de que somos nosotros quienes le haremos caer. Podría darse cuenta, pero no, la situación actual y su incompetencia se lo impiden. Mejores gobernantes han caído a lo largo de la historia. Si bien esta situación era inevitable, al menos debiera haber paliado sus efectos. Ahora el mal está hecho, y se extiende como la peste. ¿Podemos hacer algo por cambiar esta catástrofe? Debemos intentarlo. Creo que todavía podemos salvar la socialdemocracia. Pero no con esta máscara.

lunes, 3 de mayo de 2010

Ideas que se escapan con el viento.

Desde mi dulce habitación retomo las sabias palabras que alguna vez fluyeron por mi mente. Un torrente de ideas se agolpaba en mi cabeza. Y luego nada, se esfumaronn como el fuego se convierte en ceniza. Mil ilusiones que no se llevan a cabo, cientos de ideas que se pierden apenas ser formuladas. Grupos enteros de grandes pensamientos que se quedan en el camino por nuestra propia inconstancia. Al final terminamos sentados ante el televisor, asintiendo con pasividad cualquier estúpida noticia o quizá alguna lamentable desgracia. Siempre lo mismo. La voluntad está bien, pero no vale de nada sin constancia. ¿Cuántas veces hemos propuesto planes que nunca se han llevado a cabo? No importaba, era un aspecto más de la rutina exasperante que ahoga nuestras vidas. Pero a veces no. De vez en cuando esos planes tienen un destino que debemos marcar a través de un sólido y contundente camino. A veces ese camino estará lleno de espinas. Otras veces nos alcanzará la tormenta. Pero no esperes que te lleven volando hasta la meta, pues el precio del billete puede ser más caro que el esfuerzo de ir a pie.



lunes, 5 de abril de 2010

Otro viaje para el recuerdo (La Línea)





Vuelta al norte. Al frío, al interior, a la ausencia de sol, a las malas temperaturas. Días maravillosos que han dado mucho de sí. Y lo mejor, a tu lado.
En la costa gaditana encontramos un gran contraste de paisajes. Entre las grandes urbanizaciones, los gigantescos hoteles y los centros comerciales existe una preciosa zona plagada de montañas y vegetación junto a las preciosas vistas del mar, medio Atlántico, medio Mediterráneo.
Por la falta de días nos vimos obligados a repartir bien el tiempo y los lugares, Gibraltar, Marbella y Tarifa.
Gibraltar se desató como una mezcla de las culturas inglesa y española, como buen territorio inglés situado en costa española. Es un pequeño espacio de apenas unos kilómetros, donde puedes encontrar real English fish and chips y típica paella española en el mismo menú, y donde puedes hacerte fotos en las cabinas de teléfono rojas y parecer que estás en Londres. Por supuesto no faltaron los famosos monos, habitantes predilectos del peñón. Nos animamos a conocer el ambiente nocturno del centro de La Línea.
En otra dirección nos dirigimos a Marbella, famosa ciudad malagueña, donde visitamos un centro comercial y la conocidísima urbanización de millonarios Puerto Banús, donde podemos adquirir un bolso por el módico precio de 400 euros, y donde se pasean Ferraris y Lamborguinis varios disputándose el puesto de niño de papá del mes. Atmósfera de lujo y opulencia se respira, pero no deja de ser un buen ambiente y un excelente lugar para escapar de la rutina (y ese olor a mar...).
Día de playas y viento. Me encanta la costa gaditana. El Palmar, paseos costeros y Tarifa. Otro poquito de fiesta para despedirnos del sur.
La vuelta a casa se hace dura, más que por las horas de viaje es por las poquitas ganas de regresar. Y es que el sur no deja indiferente. Otro viajecito que nos deja buenos recuerdos. Volveremos, Cádiz.


lunes, 22 de marzo de 2010

Múnich.




Múnich (München en alemán) es una ciudad de aproximadamente un millón y medio de habitantes, situada al sur de Alemania, en el estado de Baviera. Es la ciudad con mejor calidad de vida de todo el país, y conocida mundialmente por su famosa fiesta de la cerveza (Oktoberfest), por su equipo de fútbol, el Bayern de Múnich y por contar con la sede principal de la marca automovilística BMW. "Entre el arte y la cerveza, Múnich es como un gran pueblo acampado entre colinas", escribió Heinrich Heine.

Múnich, mi próximo destino. Un destino que he elegido y que me ha elegido a mí. En unos meses estaré viviendo en esta preciosa ciudad, y esta idea me atrae y me abruma al mismo tiempo. Las ganas y el miedo se aúnan en mi cabeza. Un ciudad desconocida, demasiado grande para lo que estoy acostumbrada. Una nueva y complicada lengua, costumbres y gente diferente. Una ciudad que lo tiene todo, menos a tí. Y es lo que más me duele, los 1600 kilómetros que me separarán de la persona que más quiero.

domingo, 14 de marzo de 2010

De cara a la pantalla.


Eres un telespectador pasivo. Huyes de los problemas mientras contemplas los de otros desde tu cómodo sofá aterciopelado, presuntuoso. Una copia barata que Ikea plasmó de algún antiguo sofá burgués del siglo XVIII. Pero no lo terminas de entender. No huyes de los problemas, sólo los espantas temporalmente. Huyen de ti asustados, temblorosos. Pero volverán multiplicados para hacerte frente. Entonces será difícil que les ganes la guerra, muy difícil. No obstante, ante la pantalla nada se complica. Las cosas malas sólo les ocurren a otros. ¡Sí, ya! La vida real no es ese cuento que tienes en la cabecita. La vida real es complicada y absurda. ¿Complicada? Eso lo sabemos todos. Todos menos tú. Porque tienes la convicción de que ante la pantalla los problemas se esfuman. ¿Absurda? Eso sí lo sabes. Lo ilógico reina allá donde alcanzan nuestros sentidos. Algún día tendrás que salir de tu pantalla y enfrentarte a la realidad. En la realidad no existen los finales felices, tampoco los problemas pertenecen a otros. En la vida real los problemas los posees tú, y serás tú quien tenga que enfrentarse a ellos. Cara a cara. Y cuando seas consciente de ello, se habrán duplicado. Huir de los problemas sólo hace que terminen por acumularse, uno tras otro. Tendrás una pila entera de problemas multiplicados, empezando por el olvido y el rechazo. Y a continuación vendrá la desesperanza y la ansiedad. Para acabar, la soledad. Sí, esa gran amiga que a menudo nos acompaña sin quererlo, pero en tu caso le estás ofreciendo la mano para que se siente a tu lado. Crees que te gusta su compañía, pero sabes perfectamente que TODO en exceso es malo.

La cálida manta parece segura, atisba un refugio imaginario contra la realidad. Cuidado, la realidad puede marear, indigestar, hacerte vomitar, pero reitero, el exceso no es bueno, y ese exceso de irrealidad también puede destruirte por dentro.

lunes, 8 de marzo de 2010

...

Se sentía sola, aislada completamente de la realidad. ¿Nunca te has sentido así? Puede que sí. No podemos entrar en la mente de los demás para analizar sus emociones. Simplemente ella se sentía así. Fuera del mundo, envuelta en una burbuja de cristal que algún día tendría que explotar, como explotan nuestras emociones más profundas. Pequeños chorretones oscuros se derramaban por su cara acompañando a las lágrimas. ¿Lágrimas provocadas por qué? Ella no lo sabía. Sólo sabía que no se encontraba bien. Esperaba que fuera algo temporal, que tarde o temprano se le devolviera a la realidad.

La verdad es que no existían auténticas razones para sentirse así. Pero hay tanta ilógica en nuestra existencia, tantas cosas que jamás comprenderemos… En fin. Sólo lograba ser feliz durante ese pequeño rato en que escuchaba su voz al teléfono. Esa voz que tanto le gustaba y que conseguía hacerle esbozar una sonrisa. Poco más le producía felicidad: los libros. Una tarde de lectura la mantenía evadida de la rutina. Pero tras las líneas, con el último párrafo, volvía a encontrarse de frente con el hastío del día a día.

Los aspectos superficiales le entretenían. Pero era un pasatiempo inútil, superfluo. Es curioso que las cosas superficiales logren aburrirnos en tan poco tiempo. Las tenemos en cuenta, de hecho la sociedad se basa en la superficialidad, en la fachada y la cara exterior de cualquier ámbito, pero al fin y al cabo terminamos buscando “algo más” que nos llene. La naturaleza humana, así de incoherente e inconstante, imposible de controlar. Pero hay que resignarse si queremos atravesar con éxito este camino plagado de espinas.

lunes, 22 de febrero de 2010

I need no more.


Debería pensar que todo va bien. Y desde luego así es. Pero todos los imperios de la historia han terminado por derrumbarse. Cuando todo va mal no tienes la angustia de poder perderlo todo, porque no tienes nada. Pero cuando lo tienes todo, temes que cualquier día esa felicidad que habita en tu corazón se derrumbe y todo lo que posees desaparezca como las olas se pierden en el mar.

Yo lo tengo todo. Y lo más importante, te tengo a tí. Eres una pieza fundamental en mi vida. Siempre he dicho que no debemos esperar que nada dure para siempre. La eternidad es una vana ilusión que se escapa de nuestras manos, pero si no crees en ello ¿acaso vale la pena luchar por nada? No necesito pensar en la eternidad, pues mi fe, si algún día existió, se ha perdido hace mucho tiempo. Simplemente sé que quiero estar contigo. Dicen que las palabras no valen nada, que se las lleva el viento. Pero si al menos sirven para expresar, o al menos esbozar mis sentimientos, para mí es suficiente. Te quiero.






miércoles, 27 de enero de 2010

La luz de la noche.




Vagaba sola, como siempre. Vagaba mientras caía el sol; pronto buscaría su fría cama para dar paso a un sueño profundo que no lograría saciar hasta pasada la noche. Despertaría, sin sueños, sin objetivos, sin nada a lo que aferrarse. Ella no tenía una función en aquel pueblo de locos. Desde niña había sido algo solitaria, sombría, tímida. No sabía hacer nada. Nunca aprendió a leer, ni a escribir, ni siquiera era capaz de sumar, o acaso restar, aunque era capaz de imaginarse la más bella de las historias, el más luminoso cuento. Por su mente navegaban canciones compuestas por melodías que rozaban lo divino, imágenes ideales que no podrían describirse con simples palabras. Desde luego sus compañeros no tenían conciencia de lo que su mente era capaz de concebir, y siempre la habían tratado como a una inútil incapaz de realizar actividad humana cualquiera. Durante sus años de escuela sufrió acosos, insultos y burlas basadas en esa injusta inocencia diabólica que caracteriza a los niños. Durante todos esos años sufrió en silencio, preguntándose el motivo de aquella maldad sin causa.

Con los años aprendió a conformarse con nada. Nada era lo que ella representaba para los demás, una joven sin trabajo, sin familia, sin amigos, sin hogar. Las tortuosas y oscuras calles de la aldea eran su hogar. Había dejado de preguntarse hace mucho tiempo cual era el porqué de su incapacidad. No tenía nada que ver con la pereza, ni con la falta de conocimientos, era simplemente su condición, su mente privilegiada, llena de luz y sueños que jamás podría cumplir. Eso era lo que más le dolía, los sueños frustrados, que se habían clavado en su interior hasta arrancarle el alma y borrarle la conciencia.

Comenzó a tertuliar con las libélulas, que se apiadaban de su corazón en quiebra y le traían noticias de otras tierras, tierras llenas de luz y de esperanza, a las que ella se atrevería a huir algún día, si reunía el valor necesario. Con ellas conversaba cada día de sus sueños malditos y sus dulces pesadillas.

Cierto día un mendigo se acercó por el pueblo. Llegaba de muy lejos, se dijo en el pueblo, y traía consigo una desgracia que los habitantes de aquel lugar no habrían llegado nunca a imaginarse.

El extraño visitante vagó por las calles pidiendo limosna durante varios días. Todas las puertas de las casas se le cerraron en las narices. Todas menos una. La dulce chica solitaria y soñadora que conversaba con las libélulas se apiadó de él, pues como a ella, todo el pueblo le había dado la espalda sin ningún tipo de escrúpulos.

El mendigo se marchó, pero no sin antes aconsejarle que escapara de aquel lugar para cumplir sus sueños y recorrer tierras lejanas, llenas de magia y mundos desconocidos. Ella decidió reunir el valor, de una vez por todas, y huir de aquel lugar de sombras y ruinas.

A medida que se alejaba de la congregación de hogares solitarios y llenos de almas podridas, la oscuridad se fue haciendo más y más grande. Sólo la luz de las farolas trataba de iluminar ese agujero negro en que se había convertido el pueblo.

Los habitantes comenzaron a asustarse. Algunos corrían de un lado para otro creyendo que estaban ciegos, otros se fueron a dormir pensando que todo era una extraña pesadilla, y que despertarían al alba sin acordarse de aquellos sucesos. El resto, simplemente cayó en el suelo y se acurrucó pensando en su propia desgracia.

Ella corría con todas sus fuerzas, por si alguien la seguía. Llevó hacia atrás la mirada, asustada por los gritos provenientes de la aldea. Se quedó helada, parada, sin encontrar respuesta a lo que tenía ante sus ojos. Oscuridad total. No había luz, no había luna. Las únicas luces provenían de las velas de las casas y las farolas. Se alejó deprisa, ahora más que nunca. Entretanto, logró ver a un hombre no muy lejos de ella.

- Perdone, ¿qué ha ocurrido? No consigo ver siquiera la dirección que toman mis pasos.

- Lo siento pequeña, hoy se ha escapado la luna.

Entonces cayó en la cuenta de su error, el error que la había atrapado durante toda su vida. Comprendió en un segundo lo que nunca había entendido. Ella era la luna. Era la luz que ilumina el mundo cuando las tinieblas descansan, la dama que guía a la noche en su confuso camino hasta llegar al alba, el lucero que vigila las almas del pueblo mientras sueñan. Ella corrió hasta quedarse sin aliento.

lunes, 18 de enero de 2010

Ya pasó uno más.




Al final he cambiado de opinión. Reunamos recuerdos. 2009.

1. Año nuevo, vida nueva. Me gustas, creo que me quedo contigo. Un soplo de aire fresco a una vida que olía a madera quemada, a flores rotas, a amargura pasada. Me parece que te estoy empezando a querer.

2. Promesas que funcionan, viejas caras regresan para intentar atormentarme. No lo consiguen, cada vez soy más fuerte. Exámenes superados. Viviendo en un país de maravillas, la realidad parece un cuento.

3. Spring comes. Qué bonito es todo a tu lado. The killers: matrícula de honor.

4. Soria mola. En compañía inmejorable transcurre el mes de abril. Mil risas, conversaciones, comuna en la 45, fiestas, recuerdos, pelis, menos frío. Cada día te quiero más.

5. 19. Un número que no dice nada, un año más que se añade a mi existencia. Flores y abejas por doquier. Fiesta y temor por unos exámenes que nos pisan los talones.

6. Stress y exámenes unidos de la mano. Práctico gana la batalla, pero no la guerra. Salgo viva con resultados que me gustan. San Juanes perfectos. Despedidas.

7. Hastío, calor y nada que hacer. Ardo en deseos de que llegue septiembre, en ese momento no sabía cuánto habría de arrepentirme más adelante de esos pensamientos, e incluso de no haber aprovechado la temporada vacacional como debía.

8. San Roque. Preparativos, nervios, fiestas. Sobre todo alcohol, mucho alcohol. Sin embargo, el octavo mes termina bastante tranquilo.

9. Ya queda menos, hay que disfrutar lo que queda. Malta. Primer viaje contigo, primera gran aventura. Qué decir, maravilloso viaje que trae consigo mil recuerdos.

10. Empieza segundo. Un curso más difícil, un curso menos para licenciarme. Esperanzas, soledad, mucho que hacer, pero no hay ánimo, no hay ganas, no hay motivos porque tú no estás aquí.

11. Pesimismo que no consigo aliviar, los lunes son una tortura para mi corazón y mi ánimo. Siento repulsión hacia la universidad. No es suficiente, no, el frío de Soria comienza a sentirse, junto con la proximidad del invierno que está por llegar. ¡Hola abrigos, bufandas y prendas invernales varias!

12. Un último empujón, ansias de vacaciones, ganas irrefrenables de ti. Por fin, Navidad. Medio més de frío, nieve, cenas, villancicos y fiestas. Un año ya. El mejor año que creo recordar en mucho tiempo.

2009 ha sido un año con cambios, un año colmado por la felicidad. Un paso más, un pequeño tramo de este camino que decidí tomar. Muchas han sido las lecciones aprendidas, pero la más importante: si nos anclamos en el aburrimiento, en la cotidianeidad, en el hastío de una existencia con la que no encajamos, pero a la que nos hemos adaptado con el tiempo, nos será imposible disfrutar de la vida. Arriesgarse, darle una oportunidad al cambio. No saber lo que nos depara ese nuevo rumbo es lo que aporta algo de sentido a la vida.

martes, 12 de enero de 2010

One.

Una vez leí en algún libro perdido, de esos que no intentan vendernos cuentos caducados, ni proclaman a los cuatro vientos la mediocridad de sus envenenadas historias, que a veces no pasaban los días, que podía ser lunes dos días seguidos, acaso porque la realidad era exacta al día anterior, o como creo yo, porque nosotros mismos nos estancamos en un estado de ánimo inamovible que no nos deja situarnos en ese nuevo día. Ojalá me ocurriera a mí. Ojalá siempre fuera sábado, incluso domingo. Podría vivir en un constante domingo y que nunca avanzara la noche para darnos paso a un amanecer tan rutinario como puede ser un lunes cualquiera. El problema es que para el personaje de aquel libro la idea de vivir constantemente en un mismo día de la semana termina por hacerle perder la cabeza por completo. ¿O simplemente termina por revelarse a ese estado de abatimiento que no puede soportar? Como todo, depende del cristal con que se mire.


¿Perdería también yo la cabeza? Vale la pena arriesgarse. No sólo por esto, sino por todo. Dicen que “el que no arriesga, no gana”. Yo simplemente creo que el que no arriesga, no vive. Y no vive porque gastará todo su tiempo en arrepentirse por esas oportunidades perdidas del pasado, y a pesar de los años seguirá temiendo al riesgo.


El tiempo y la distancia no importan cuando estás enamorada, pues el sacrificio no es nada comparado con la recompensa de tener a tu lado a la persona que más quieres.

One year, one love. Hace un año empezó esta historia, este sueño. Gracias por todo este tiempo. Feliz aniversario.