
Hace algunos siglos que he empezado a sospechar que he caído sin quererlo en tu gravedad.
Los días sin ti serían precipicios, no hay manera humana de escapar.
Ahora sólo soy una idiota niña imantada. Tengo dos polos, y en los dos apareces tú.
Un imán que nos eleva al infinito y nos devuelve luego a la realidad. Un imán que nos conduce allí donde solíamos gritar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario